El efecto halo es un sesgo cognitivo que se produce cuando la impresión general positiva de una persona, producto o marca se basa en una única característica.
Si la primera impresión es positiva, los juicios posteriores se verán influidos por esa primera impresión.
Efecto halo: ejemploEl efecto halo es un sesgo habitual en las evaluaciones del rendimiento. Los supervisores suelen evaluar el rendimiento general de un empleado basándose en una única característica destacada. Si un empleado muestra entusiasmo, esto puede influir en el juicio del supervisor, aunque el empleado carezca de conocimientos o competencia en algunas áreas. Esto puede llevar al supervisor a darle una calificación más alta debido a su entusiasmo.
Debido al efecto halo, una característica positiva puede eclipsar todos los demás aspectos del rendimiento del empleado.
El efectohalo llega a obstaculizar la capacidad de pensamiento crítico de las personas. Esto puede ser especialmente problemático en contextos de toma de decisiones, como entrevistas de trabajo y decisiones de compra.
El sesgo de anclaje describe la tendencia a depender demasiado de la información original que se recibe sobre un tema. Con independencia de la exactitud de la información, se utiliza como punto de referencia o anclaje para emitir juicios posteriores.
Por este motivo, el sesgo de anclaje puede desembocar en malas decisiones en distintos contextos, como las negociaciones salariales, los diagnósticos médicos o las compras.
Sesgo de anclaje: ejemploEstás pensando en comprar un coche de segunda mano, y vas a un concesionario de ocasión. El representante de ventas te enseña los coches de mayor precio, y empieza a preocuparte no poder permitirte ninguno.
Después, el vendedor te lleva a la parte trasera, donde hay coches más baratos. Como antes has visto opciones más caras, te parece que estos coches son una ocasión única.
En realidad, los precios están inflados. Al enseñarte todos los coches caros primero, el vendedor ha introducido un sesgo de anclaje en tu percepción del valor de los coches usados.
El sesgo cognitivo es la tendencia a actuar de forma irracional debido a la capacidad limitada de los seres humanos para procesar la información de forma objetiva.
Los sesgos cognitivos no siempre son negativos, pero pueden nublar el juicio personal y afectar a la claridad con la que se reciben situaciones, personas o riesgos potenciales.
Todo el mundo es susceptible de sufrir sesgos cognitivos, y los investigadores no son una excepción. Por lo tanto, el sesgo cognitivo puede ser una fuente de sesgo en la investigación.
Sesgos cognitivos: ejemploUna manifestación común del sesgo cognitivo es el estereotipo de que las mujeres son menos competentes o están menos comprometidas con su trabajo. Estos estereotipos pueden permanecer en el subconsciente de los directivos, influyendo en sus decisiones de contratación y promoción. Esto, a su vez, puede conducir a la discriminación en el lugar de trabajo.
Publicado el
27 de junio de 2024
por
Cristina García, PhD
Actualizado el
31 de enero de 2025
El sesgo de confirmación es la tendencia a buscar y preferir información que apoye las propias creencias preexistentes. Como resultado, se tiende a ignorar cualquier información que contradiga esas creencias.
El sesgo de confirmación suele ser involuntario, pero puede llevar a una mala toma de decisiones en la investigación (psicológica) y en contextos legales o de la vida real.
Sesgo de confirmación: ejemploDurante las elecciones presidenciales, la gente tiende a buscar información que describa positivamente al candidato que apoya, mientras que descarta cualquier información que lo describa negativamente.
Este tipo de sesgo de investigación es más probable que se produzca al procesar información relacionada con temas emocionalmente cargados, valores o creencias profundamente arraigadas.
Publicado el
27 de junio de 2024
por
María Correas, PhD
Actualizado el
10 de enero de 2025
El efecto Pigmalión hace referencia a aquellas situaciones en que unas expectativas altas dan como resultado un mejor rendimiento, mientras que unas expectativas bajas son la causa de un rendimiento más deficiente.
Aunque el efecto Pigmalión se observó por primera vez en las aulas, también se ha aplicado a los campos de la dirección, los negocios y la psicología del deporte.
Ejemplo de efecto Pigmalión: experimentoUn profesor quiere investigar la influencia de dos métodos distintos para contar cuentos sobre el aumento de vocabulario de los niños. Para evaluar esta influencia, a algunos niños les cuenta un cuento su profesor durante 20 minutos, y a otros, un ordenador.
El profesor cree firmemente que el aspecto humano es necesario para el desarrollo del vocabulario de los niños. Anima a los niños del primer grupo a que presten atención y se muestren entusiasmados, mientras que con el grupo al que le cuenta el cuento el ordenador, no lo hace.
Los niños del primer grupo ahora prestan más atención y se sienten mejor consigo mismos que los niños del otro grupo, lo que potencialmente provoca un efecto Pigmalión.
El efecto Pigmalión también se conoce como efecto Rosenthal, en reconocimiento al investigador que observó este fenómeno por primera vez.
Publicado el
26 de junio de 2024
por
María Suárez, MA
Actualizado el
30 de septiembre de 2024
El efecto placebo es un fenómeno por el que las personas informan de una mejoría real tras tomar un tratamiento falso o inexistente llamado placebo.
Dado que el placebo no puede curar realmente ninguna enfermedad, cualquier efecto beneficioso se debe a la creencia o expectativa de la persona de que su enfermedad está siendo tratada.
Efecto placebo: ejemploUna persona participa en un ensayo clínico doble ciego sobre un nuevo medicamento para la migraña. Durante el mes siguiente, cada vez que esta persona sufra una migraña, se le indica que tome una pastilla y que evalúe la intensidad del dolor.
La persona siente que la pastilla alivia los síntomas, pero al final de mes descubre que le dieron un placebo y no el medicamento en sí. La mejoría percibida se debe al efectoplacebo.
El efecto placebo suele observarse en diseños experimentales en los que los participantes son asignados aleatoriamente a un grupo de control o a un grupo experimental.
Publicado el
26 de junio de 2024
por
María Suárez, MA
Actualizado el
25 de noviembre de 2024
Una profecía autocumplida es una creencia sobre un resultado futuro que contribuye a su propio cumplimiento.
Esto ocurre porque las expectativas inconscientes que se tienen pueden influir en las acciones y comportamientos y, en última instancia, hacer que la predicción inicial se haga realidad.
Profecía autocumplida: ejemploUna persona tiene que hacer una presentación importante y está convencida de que no le saldrá bien porque está nerviosa.
Durante la presentación, le tiembla la voz, tartamudea y no para de mirar las notas. Sin embargo, no le sorprende porque ya pensaba que le iría fatal.
Se trata de una profecía autocumplida en el trabajo: cuando se está convencido de un resultado negativo, se hace muy poco para evitar que ocurra. Precisamente, por eso, se convierte en realidad.
Las profecías autocumplidas pueden ser negativas o positivas e influir en resultados de contextos tan diversos como la educación, la sanidad o el trabajo.
Publicado el
14 de mayo de 2024
por
María Suárez, MA
Actualizado el
17 de febrero de 2025
La falacia ad populum es aquella que argumenta que una afirmación es cierta basándose únicamente en el hecho de que mucha gente la cree.
Esta falacia apela a prejuicios innatos que nos incitan a conformarnos con las opiniones y comportamientos de los demás.
Ejemplo de falacia ad populum: el gigante de CardiffSe decía que el gigante de Cardiff, la estatua de un hombre de tres metros de altura descubierta en Nueva York en 1869, era un gigante prehistórico fosilizado. Mucha gente creyó en su autenticidad únicamente por su gran popularidad. Finalmente se reveló que el gigante era una talla realizada con el objetivo de cometer un fraude.
Este ejemplo de argumento ad populum pone de relieve cómo la popularidad por sí sola puede llevar a aceptar una afirmación sin pruebas suficientes.
Los argumentos ad populum se utilizan a menudo para distraer de la falta de pruebas sustanciales de una afirmación. Se encuentran ejemplos en ámbitos como los debates sobre salud, política o estrategias de inversión.
Publicado el
14 de mayo de 2024
por
María Correas, PhD
Actualizado el
17 de febrero de 2025
Las falacias non sequitur, también conocidas como falacias formales dentro de las falacias, ocurren cuando la estructura de un argumento deductivo contiene defectos.
Las premisas de los argumentos que incurren en falacias non sequitur no implican la conclusión de manera lógica, por lo que el argumento resulta inválido.
El término inválido o válido para designar el argumento es propio de las falacias formales.
Falacia non sequitur: ejemploPremisa: Todos los poetas son escritores.
Premisa: Algunos escritores son periodistas.
Conclusión: Por tanto, algunos poetas son licenciados en periodismo.
Este ejemplo ilustra un tipo de falacia non sequitur. No puede inferirse a partir de las premisas que la conclusión (que algunos poetas son licenciados en periodismo) sea verdad.
Por tanto, el argumento no cumple con los estándares del razonamiento deductivo, en el cual las premisas han de ser verdaderas para que la conclusión sea verdadera.
Todas las falacias formales pueden considerarse falacias non sequitur. No obstante, el término se utiliza en particular para aquellas falacias formales que no corresponden a ninguna otra categoría.
Publicado el
8 de mayo de 2024
por
Cristina García, PhD
Actualizado el
9 de octubre de 2024
El logos es una apelación al sentido de la lógica y la racionalidad del público. Suele implicar hechos y cifras objetivos.
Con el uso de pruebas sólidas, el orador o escritor puede apoyar su argumento y persuadir a su público o lectores.
Logos: ejemploDado que las armas de fuego son potencialmente letales, solo debería permitirse poseerlas y manejarlas a personas responsables, maduras y entrenadas. Por lo tanto, los niños, carentes de madurez y comprensión, no deberían tener acceso a las armas de fuego.
Logos es un término que se utiliza especialmente en la oratoria y la escritura persuasivas, incluidos los discursos políticos, el marketing y los argumentos jurídicos.